Medio: El Comercio

El 14 de diciembre del 2021, se desarrolló en Lima el I Foro Nacional de Semillas Nativas, promovido por FOVIDA, Oxfam y Pan Para el Mundo, en el que participaron representantes de ANPE Perú, FENMUCARINAP, CNA, CONVEAGRO, CCP, Cooperativa INPAMI, CRYM, Mesa de Diálogo de la Mujer de Jauja, Grupo Impulsor de Líderes y Lideresas de  Junín, FADE ICA, FAREJ, APEREC, COPEAPI, FASMA, FEPROMOSH, ARPEO Arequipa, APAEM, FADP RUMI MAKI, ADPE, Asociación Agua y ADEMUCP; procedentes de: Ica, Lima, Loreto, Cajamarca, Moquegua, San Martin, Arequipa, Puno, Huánuco, Ayacucho, Huancavelica, Piura, Lambayeque y Junín. También participaron representantes de INIA, SENASA, MINAM y otros especialistas en semillas nativas.

Para los pueblos indígenas, campesinos y originarios, la semilla dista mucho de ser estimada únicamente una mercancía y es considerada fuente de vida y principal insumo para la producción agrícola. Mediante su adecuado uso estos pueblos garantizan su soberanía y seguridad alimentaria, además fortalecen sus capacidades para la adaptación al cambio climático, mejoran el acceso a productos agro biodiversos y, mantienen la autonomía en sus territorios. Las semillas nativas se encuentran históricamente en manos de pueblos originarios del Perú.

En este Foro se formularon las siguientes propuestas:

  • Modificar la ley de Semillas Nº 27262, para incluir los sistemas tradicionales y autóctonos de semillas, reconociendo su funcionamiento a partir de zonas de agro biodiversidad. Dicha norma debe; además promover la producción agroecológica y orgánica, como alternativa para la adaptación y mitigación a los efectos negativos del cambio climático.
  • Modificar el Reglamento de Certificación de Semillas, estableciendo sistemas participativos de certificación, basados en los conocimientos y saberes ancestrales.
  • Revisar los Tratados de Libre Comercio (TLC), que dé lugar a cambios en la ley 27262 y el reglamento de la ley de semillas (D.S. N° 006-2012-AG) buscando recuperar, conservar y garantizar la circulación libre de nuestras semillas nativas.
  • Promover la creación e institucionalización de grupos locales de conservacionistas y protectores de nuestra biodiversidad y de las semillas nativas.
  • Implementar mecanismos para concientizar al pueblo peruano sobre la importancia de las semillas nativas, incluyendo acciones en la currícula escolar.
  • Revalorar y reconocer mediante un fondo especial, el rol de la mujer como guardiana de las semillas y de la agrobiodiversidad.
  • Reconocer y revalorar nuestros conocimientos y saberes ancestrales, desarrollando sistemas de extensión agraria adaptados a la diversidad cultural de nuestros pueblos indígenas, campesinos y originarios.
  • Reactivar y fortalecer a la Comisión Nacional de Semillas y los Comités Regionales de Semillas, involucrando la participación de comunidades campesinas, indígenas y originarias, así como representantes de organizaciones agrarias, para generar espacios de articulación multisectorial, donde se definan políticas públicas para fortalecer los sistemas tradicionales de semillas.
  • Fortalecer un sistema de patentes de semillas nativas para protegerlas de la biopiratería, promoviendo la creación de un banco nacional y bancos comunitarios para inventariar y proteger las semillas nativas.
  • Asignar mayor presupuesto al sector agrario, para la ejecución de proyectos y programas, según los pisos agroecológicos, que fortalezcan la agricultura familiar, incorporando acciones referidas a la conservación de agua, semillas nativas, manejo de suelos y adaptación al cambio climático.
  • Promover la asociatividad para la conservación de semillas nativas, reconociendo una organización multinivel (local, regional y nacional) de productores/as conservacionistas.
  • Generar un fondo económico de retribución por servicios ecosistémicos destinado a la agricultura familiar de subsistencia y conservación de semillas nativas.
  • Respetar la participación de los pueblos indígenas, originarios y comunidades campesinas en el reglamento de la Ley de Semillas, basado en el Convenio 169 de la OIT.

Al finalizar el foro, las organizaciones participantes constituyeron un Grupo Impulsor para lograr que las autoridades incorporen sus propuestas en las políticas públicas.