Por: Amalia Nicoll Toscano, especialista en género y directora del Área de Planificación Monitoreo y Comunicaciones de FOVIDA
Desde FOVIDA queremos expresar nuestro sentimiento de pesar y condolencias a la familia de Delia Zamudio. Ella murió ayer 28 de setiembre a los 81 años.
Delia fue y seguirá siendo en nuestros recuerdos una mujer lideresa, dirigenta sindical, feminista y defensora férrea de los derechos humanos, en especial los derechos de las mujeres.
Conocimos a Delia, en agosto de 1992 al iniciar la Escuela de Dirigentes Populares de los barrios urbanos de Lima. Le solicitamos compartir sus experiencias como dirigenta sindical, desde una mirada de mujer y con las mujeres participantes en dicha escuela. En dicho acercamiento reconocimos y admiramos su voz, fuerza y experiencia, la cual luego trasmitió en forma escrita en su testimonio Piel de Mujer, publicado en 1995 por nuestra institución.
La vida de Delia fue como ella manifiesta en dicho testimonio, un constante desafío y lucha permanente. Las múltiples discriminaciones y violencias que sufrió como mujer, negra y pobre no la limitaron, se constituyeron en estímulo presente, fuerza y coraje para estudiar, formarse y salir adelante, siempre de cara al futuro. Recordando maltratos y violencias sufridas desde su infancia, adolescencia, juventud y madurez, incluso por sus compañeros y compañeras del sindicato del cual formaba parte, ella decía: “He tenido que luchar para cambiar mi vida”, afirmaba que “… luchar por una mejor situación de la mujer no era fácil, era una lucha cotidiana en todo lugar”.
Fue la primera mujer en ocupar la Secretaría General del Sindicato de empresas farmacéuticas Schering. Impulsó la formación de la Secretaría de la Mujer en todos los sindicatos y de Asuntos Femeninos en la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP); apoyando más adelante a las mujeres afectadas por la violencia basada en género, formando las primeras Casas Refugio, ante la limitada atención de dicho problema por parte del Estado.
Delia fallece a los 81 años dejando tras de sí una vida de lucha sindical y de brega constante por reconocimiento, respeto y protección de los derechos de las mujeres, impulsándolos y defendiéndolos en cada espacio: familiar, sindical/laboral, en el barrio, en la vida política.
Su vida nos deja enseñanzas y reflexiones vigentes ayer y ahora. Queda recordar algunas de sus frases. Entre ellas: “…la estrategia de la derecha en el mundo cambia y la izquierda se queda atomizada; el momento histórico nos cogió desprevenidos a todos”. “…Es una responsabilidad legar un futuro mucho más seguro, seguir buscando ese futuro donde no haya racismo, donde no nos digamos como ofensa la palabra indio, cholo, serrano o negro”. Ella soñaba con un mundo donde exista trabajo para todos y todas, donde no haya explotación y decía que nuestra tarea era seguir buscándolo y luchándolo con las futuras generaciones.
Se va y nos deja su ejemplo y su energía, parafraseando lo que comentaba le enseñó su abuelo refiriéndose a los y las negras:
“….solo/a eres una brisa, juntos/as un huracán…”.
Hagamos honor a su mensaje y recuerdo fortaleciendo el trabajo colectivo y sumando esfuerzos por una vida digna, una sociedad justa y con igualdad de derechos para todos, todas y todes.
Lee Piel de Mujer aquí: https://fovida.org.pe/wp-content/uploads/2024/10/PIEL-DE-MUJER-TESTIMONIO-DE-DELIA-ZAMUDIO.pdf