26.10.2020.- Desde nuestra institución manifestamos nuestro rechazo a la violencia machista que sufren o han sufrido las mujeres en nuestro país. Entre estas, la violencia sexual, cuyos casos han aumentado durante la pandemia e indignantemente también se vienen presentando de forma grupal, como los ocurridos durante los últimos meses, ante los cuales exigimos la mayor sanción.

Hace algunos días una joven de 21 años denunció haber sufrido violación sexual por parte de cinco hombres, ante la cual uno de los abogados de estos jóvenes, Paul Muñoz,  sostuvo que le habría pasado porque “le gustaba la vida social”. Un comentario totalmente machista como muchos otros que justifican cualquier tipo de violencia hacia las mujeres (por la forma de vestir, por el lugar donde estaban, etc.), los cuales pretenden normalizar las agresiones o hacer recaer la culpa en ellas.

De manera alarmante, se suman otros tres  casos de violación grupal  en el país, que se habrían dado a conocer en Lima, Ayacucho, Ica y Cusco, agresiones sexuales que deben tener  nuestro máximo rechazo como sociedad y que demuestra la limitada inoperancia de parte del Estado para hacer frente a este problema.

Recordemos, que en julio de este año, el Perú debió presentarse ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para enfrentar su primer litigio por no darle atención integral de salud a una joven víctima de una violación grupal, ocurrida en el año 2014. En ese caso, solo uno de los agresores fue detenido y enjuiciado.

La violencia sexual contra las mujeres en Perú es grave y se ha exacerbado durante la primera etapa de confinamiento, la línea de atención a la mujer de este Ministerio recibió 67.712 llamadas denunciando abuso sexual y violencia. Asimismo, la Encuesta Nacional de Relaciones Sociales 2019 (ENARES-INEI), muestra  entre sus resultados que el índice de tolerancia social  de la violencia hacia las mujeres es  de 58.9%, superior al de 2015 de 54.8%; lo cual  indica que no se está  trabajando hacia la modificación de los patrones socioculturales, creencias, actitudes e imaginarios que sustentan la violencia  de género y que se constituyó  en el objetivo estratégico N° 1 del Plan nacional contra la violencia de género 2016-2021.

Ante ello, exhortamos a las autoridades a  que las leyes, políticas y planes  trabajados  para hacer frente a esta situación se cumplan y difundan;  que el gobierno central, instituciones sectoriales, gobiernos regionales y locales,  trabajen  de manera integral y  de la mano con la población, para una efectiva prevención y  atención de la violencia hacia las mujeres, garantizando sus derechos a una vida libre de violencia. Además, tal como lo demandó la Defensoría del Pueblo, es indispensable que los integrantes del Sistema Especializado de Justicia adopten acciones que garanticen la atención de las víctimas.

Es urgente cambiar la cultura machista de nuestra sociedad, mediante una educación con enfoque de género en la escuela, impulsando   formas de crianza en igualdad, trabajando con las familias,  así como  promover la igualdad de género en la educación, el trabajo, la salud, la representación política y demás espacios.

Exigimos que tanto los denunciados en este último caso como en los otros, sean investigados por el delito de violencia sexual y que no formen  parte de tantos casos impunes que existen hasta la fecha.

¡No normalicemos la violencia hacia las mujeres!

#Megustalavidasocial